¿Qué es la seguridad alimentaria?

En resumen, la seguridad alimentaria consiste en disponer de suficientes alimentos seguros y nutritivos para comer.

Cuando hay un aumento de la demanda, un suministro limitado y/o interrupciones en la cadena de suministro, los precios de los alimentos suben.

La inseguridad alimentaria puede desestabilizar las sociedades, aumentar el hambre y la malnutrición, impulsar la migración y los conflictos, así como causar graves trastornos económicos. 

La pandemia de COVID-19, las interrupciones generalizadas de la cadena de suministro y la crisis climática y los fenómenos meteorológicos extremos dejaron a 193 millones de personas en situación de inseguridad alimentaria y con necesidad de ayuda urgente en 2021, según las Naciones Unidas.  

Y entonces, el presidente ruso Vladimir Putin lanzó una guerra de agresión no provocada contra Ucrania. La invasión injustificada y a gran escala del Kremlin ha causado un terrible sufrimiento al pueblo de Ucrania.

Personas de diversas edades de pie en una fila mientras una mujer distribuye pan.

Personas esperan en fila para recibir donaciones de pan en Kramatorsk (Ucrania). (© Scott Olson/Getty Images) 

Personas esperan en fila para recibir donaciones de pan en Kramatorsk (Ucrania). (© Scott Olson/Getty Images) 

La guerra está teniendo un efecto devastador en la seguridad alimentaria mundial.

Ucrania es un productor y exportador líder de trigo, maíz, cebada y aceite de girasol. Es por ello que es conocida como “el granero del mundo”.

Un tractor pasa por un campo.

Un agricultor en Ucrania trabajando en un cultivo. (© Abdullah Unver/Anadolu Agency/Getty Images)

Un agricultor en Ucrania trabajando en un cultivo. (© Abdullah Unver/Anadolu Agency/Getty Images)

Pero el bloqueo naval ruso en el mar Negro está impidiendo que las cosechas de Ucrania sean enviadas a sus destinos habituales.

Seis barcos de carga en una superficie de agua.

Barcos anclados en el mar Negro esperan su carga de granos. (© Daniel Mihailescu/AFP/Getty Images)

Barcos anclados en el mar Negro esperan su carga de granos. (© Daniel Mihailescu/AFP/Getty Images)

Hasta la firma de un acuerdo internacional el 22 de julio, había más de 20 millones de toneladas de trigo almacenadas sin salir en silos de grano cerca del puerto de Odesa. A las 24 horas de la firma del acuerdo, las fuerzas rusas lanzaron ataques con misiles contra los puertos de Odesa. Las fuerzas rusas también han capturado algunas de las tierras de cultivo más productivas de Ucrania y han plantado explosivos por todos los campos.

La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) calcula que entre el 20 % y el 30 % de las tierras agrícolas de Ucrania quedarán sin sembrar o cosechar este año a causa de la guerra.

Hay informes creíbles de que Rusia está robando las exportaciones de grano de Ucrania para venderlas en su propio beneficio.

Además, los ataques rusos del 4 de junio, o alrededor de esa fecha, dañaron gravemente la segunda terminal de granos más grande de Ucrania, la terminal de granos Nika-Tera, en Mykolaiv. Las fuerzas rusas dañaron tres de los silos de grano de la instalación, un transportador y un edificio de almacenaje.

Una pila de escombros frente a un edificio destruido.

Instalaciones de almacenaje destruidas de la terminal de granos Nika-Tera. (© Genya Savilov/AFP/Getty Images)

Instalaciones de almacenaje destruidas de la terminal de granos Nika-Tera. (© Genya Savilov/AFP/Getty Images)

Debido al ataque de Rusia, la capacidad de exportación de la terminal de granos se ha reducido al menos en un tercio.

La invasión injustificada de Ucrania por parte de Rusia ha empeorado una situación que ya era mala, impidiendo que los más vulnerables, los más hambrientos y los más amenazados tengan acceso a los alimentos que tan desesperadamente necesitan.

Casi un tercio de las exportaciones mundiales de trigo y el 60 % de las de aceite de girasol proceden de Rusia y Ucrania. Según el Instituto Internacional de Investigación sobre Políticas Alimentarias, por cada 100 calorías de alimentos que se comercializan en el mundo, 12 proceden de Rusia y Ucrania.

Los precios mundiales de los alimentos han subido un 17 % desde enero, según la FAO, y el precio de los cereales ha subido más del 21 %. Y algunos de los países más vulnerables del mundo se encuentran entre los más dependientes de las importaciones de Ucrania. 

Un nuevo informe de la FAO y el Programa Mundial de Alimentos (PMA) de las Naciones Unidas ha advertido que la guerra en Ucrania podría hacer que hasta 47 millones de personas sufran “inseguridad alimentaria aguda”, lo que elevaría el número total de personas en riesgo de caer en la hambruna a 323 millones.  

323 millones de personas.

Estados Unidos y sus socios están movilizándose para hacer frente a esta situación y asegurarse de que no empeore.

Al contrario de lo que han dicho los dirigentes rusos, las sanciones actuales de Estados Unidos están redactadas para evitar la inseguridad alimentaria. Permiten las transacciones de exportación y reexportación de alimentos hacia y desde Rusia, incluso las transacciones con una persona o entidad sancionada.

Estados Unidos también ha prometido 2.800 millones de dólares en ayuda alimentaria humanitaria desde febrero para ayudar a paliar el hambre en el mundo, con más de 4.500 millones de dólares en ayuda humanitaria adicional previstos en la legislación de financiación suplementaria firmada por el presidente Biden en mayo.

Estados Unidos también está incrementando los fondos para la ayuda al desarrollo en materia de seguridad alimentaria, con 760 millones de dólares adicionales que se suman a los más de 1.000 millones ya previstos para este año.

Hay mucho más trabajo por hacer, pero este es un primer paso importante para aliviar nuestra actual crisis mundial de seguridad alimentaria, una crisis exacerbada por la guerra imprudente, ilegal y no provocada de Putin en Ucrania.

El Kremlin continúa librando una guerra de desinformación, difundiendo incesantes mentiras sobre la verdadera causa de la inseguridad alimentaria mundial. En lugar de seguir mintiendo, el gobierno ruso debería dejar de utilizar los alimentos como armas y permitir que Ucrania vuelva a alimentar a millones de personas hambrientas en todo el mundo.

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